Simular el Universo es, vamos a decirlo así, la simulación máxima. Es diseñar un modelo computacional lo suficientemente preciso, confiable a la vez que eficiente para que el trabajo de una potente supercomputadora no sea en vano. Es representar con algoritmos y estructuras de datos, la matemática y la física extraordinarias del Big Bang con sus consecuencias. Es orquestar el esfuerzo de cientos, quizá miles de procesadores en pos de una misma tarea. Simular el Universo es una tarea fuera de lo común, y la más completa de todas es la gran simulación Bolshoi.
Bolshoi es la palabra rusa para “magnífico”, y no podía ser de otra manera para un experimento computacional sin precedentes que simuló la evolución a gran escala de la estructura del Universo, partiendo con 8 mil seiscientos millones de partículas, 24 millones de años después del Big Bang hasta nuestros días. Además, a intervalos regulares, fueron capturadas instantáneas en 3D de alta definición aún por estudiar por astrónomos y astrofísicos de todo el mundo. La siguiente imagen es un acercamiento al cúmulo de galaxias más masivo entre los simulados.

La supercomputación, dicen los investigadores liderados por Anatoly Klypin y Joel Primack, “ha transformado la cosmología en una ciencia experimental”. Para esta simulación en particular, los cosmólogos usaron el llamado Modelo Lambda-CDM, aceptado como modelo estándar para comprender la formación del Universo a gran escala, basado en la distribución de materia oscura a lo largo de todo el cosmos.
Este vídeo muestra el Universo simulado comparado con el observado y da cuenta de la precisión de la simulación.

La simulación tomó como punto de partida datos de la NASA sobre el Big Bang, luego fue calculada la evolución de una fracción del Universo con extensión de mil millones de años luz. Esto es “pequeño”, pero representativo; la Vía Láctea, por ejemplo, se extiende a lo largo de 100.000 años luz. En total fueron 6 millones de horas de uso de CPU sobre la supercomputadora Pleiades, la séptima más rápida del mundo a la fecha y sobre la que, por cierto, opera Linux.
Los resultados de la simulación serán divulgados poco a poco en los canales tradicionales de la ciencia: artículos científicos, conferencias, bases de datos comológicas. En tanto, les invito a visitar la galería de imágenes y la sección de vídeos del sitio para profundizar en las implicaciones de tremendo experimento.